Don gato con su hartería consigue convertirse en el oficial superior de Matute. Matute tan solo recibe oprobios de sus jefes, pero al final cumpliendo su deber consigue salvar a Don gato de un tiroteo y que confiese ante sus jefes, siendo reconocida su verdadera valía. Lo malo es que los tejemanejes de Don Gato mientras ha sido oficial, salpican la reputación de Matute y vuelve a perder sus galones.